2.1.08

día dos

Nueve de la mañana del segundo día del año. Un tipo lee a Dickens en la banca de un parque. Una mujer, al parecer su mujer da de comer a las palomas pequeños pedacitos de pan. Un hombre viejo, en el cual se lee todo el desarraigo del mundo, se cubre con periódicos en las afueras del supermercado. Los autobuses funcionan aún como autobuses. Un chico toma fotografías en Cuzco, Perú, y las envía a sus amigos. Las aves se pierden en la lejanía. Camino con mi hermano bajo los rayos del sol, rumbo a la biblioteca. El cielo promete algo inalcanzable. Bailan los proyectos entre las pupilas. El año que empieza se tiende como un piélago, pequeño y maleable dispuesto a registrar el paso de los días.

Los últimos meses parecen lejanos. La vida suele presentar giros argumentales cuando menos se espera que cambie. Todo cambia para bien aunque el mundo diga lo contrario, todo se ensancha, se perfecciona, busca fundirse en la unidad. En los límites del pensamiento, se asoman rayos que nada tienen de comprensibles, que escapan continuamente a la palabra. Tanta luz abruma un poco, al principio, después despeja el panorama. No se sabe, sin embargo, por qué estas novedades impiden la escritura, el grito, la huida en mil direcciones. Tan ocupado en lo sencillo y excitante de los días, que el ejercicio literario parece a la vez necesario e inútil. Los hechos se resisten a ser nombrados con palabras muertas, la vida se resiste a terminar en el papel pútrido. Ha dejado de llover. Un sol frío y extraño inunda todas las cosas.

Un chico pasa horas enteras esperando el tren desde su ventana. Una mujer pide auxilio en medio de la noche. Hombres y mujeres son tratados como fichas de un tablero. La guerra se libra en las selvas, en las calles, en las casas. El amor se hace incandescente y eterno en un sueño secreto. La ciudad no es ya laberinto sino claro de bosque. El tiempo no es algo que se pierde. Los libros son siempre un libro menos. La sed no es ya esa ansiedad morbosa. Los años se acumulan como el polvo. El lenguaje fluye, atrapa las cosas, las deja ir. El dinero ha perdido peso. Camino más despacio. No preciso sonreir al tendero ni ver noticias. Desempolvo viejas revistas. Ahuyento fantasmas. Planeo viajes. Cocino. Las cosas son otras entre los dedos. Los ojos no quieren ya pulverizar sino envolver.

Cafe internet. Hora cumplida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quatrième poème secret à Madelaine
Guillaume Apollinaire (1880 - 1918)

Ma bouche aura des ardeurs de géhenne
Ma bouche te sera un enfer de douceur et de séduction
Les anges de ma bouche trôneront dans ton cœur
Les soldats de ma bouche te prendront d'assaut
Les prêtres de ma bouche encenseront ta beauté
Ton âme s'agitera comme une région pendant un tremblement de terre
Tes yeux seront alors chargés de tout l'amour qui s'est amassé dans les regards de l'humanité depuis qu'elle existe
Ma bouche sera une armée contre toi une armée pleine de disparates
Variée comme un enchanteur qui sait varier ses métamorphoses
L'orchestre et les chœurs de ma bouche te diront mon amour
Elle te le murmure de loin
Tandis que les yeux fixés sur la montre j'attends la minute prescrite pour l'assaut


Cuarto poema secreto a Madelaine

Mi boca tendrá ardores de averno,
mi boca será para ti un infierno de dulzura,
los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón,
mi boca será crucificada
y tu boca será el madero horizontal de la cruz,
pero qué boca será el madero vertical de esta cruz.
Oh boca vertical de mi amor,
los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas,
los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo,
tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto,
tus ojos entonces se cargarán
de todo el amor que se ha reunido
en las miradas de toda la humanidad desde que existe.

Amor mío
mi boca será un ejército contra ti,
un ejército lleno de desatinos,
que cambia lo mismo que un mago
sabe cambiar sus metamorfosis,
pues mi boca se dirige también a tu oído
y ante todo mi boca te dirá amor,
desde lejos te lo murmura
y mil jerarquías angélicas
que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan,
y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava,
y me da tu boca Madeleine,
tu boca que beso Madeleine.

Julian dijo...

hacer un comentario a esto es indecente, irresponsable, además de imposible. un beso para ti, k.