23.4.08

leer a puig

Soñé que leía "El beso de la mujer araña" de Manuel Puig.

Soné que en la historia del libro un hombre compraba algo que no quería comprar, algo que él sabía podría haber conseguido gratis, una roca o una fruta, y que se paraba en una esquina de la ciudad, de cualquier ciudad, y contaba diez autobuses para estrellar en el décimo lo que tenía en las manos, sabiendo de antemano que fracasaría, que la operación era imposible, que siempre habría algo de caprichoso y arbitrario en el conteo de autobuses, así que no se sorprendió demasiado cuando, al llegar el décimo autobus, alquién quitó de sus manos la roca o la fruta que también era una moneda, una mujer mayor que bajaba por la avenida y se perdía entre la gente.

Soñé que en alguna parte del libro había una carta y en ella la palabra "suerte".

Soñé que despertaba del sueño en una biblioteca, que preguntaba a la encargada qué quería decir Puig con esa historia y qué seguía después, a lo que recibí una sonrisa sin sorpresa y con mucho de ironía, y me dijo que sólo había una niña que leía Puig en toda la biblioteca, me dijo su nombre pero no lo recuerdo, es autista como tú, me dijo, y yo le seguí el juego, riéndonos un buen rato, hasta que bajó por una rampa de piedra la niña que esperaba, joven, de pelo negro y largo, montando un monociclo como esos payasos de circo, bajó rumbo a la salida, así que la llamé y le pregunté por el libro de Puig, por el resto de la historia, y no dijo nada, solo sonreía como sonríe una mujer cuando no escucha las palabras que uno dice por mirarlo a la cara, así que la dejé partir, dejé que todo se disolviera en el negro de la noche.

Desperté con ganas de escribir y de leer a Puig.

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