6.6.07

Sobre Julio "El perseguidor" Cortázar

En una entrevista que ví una vez en YouTube (les quedo debiendo el link) decía el querido Cortázar que para él era casi imposible escribir un ensayo porque eso suponía una escritura sostenida en una especie de código lógico construido con premisas, conclusiones y nuevas premisas, lo que para él suponía una gran dificultad. Por eso afirma que su gran terreno es el cuento, la poesía, porque allí puede dejarse llevar "por esas cosas que me vienen, y yo las voy tomando como si nada", buscando apenas la cadencia de las palabras, el juego fantástico. Por ese mismo camino afirma que él no es un intelectual en sentido estricto, debido a esa deficiencia en su racionalidad. Dice que admira a las personas de una inteligencia superior, y que además (a diferencia de él), saben encadenar sus ideas y exponerlas dialécticamente.

Ahora, yo veo en todo esto una extraña modestia. El Cortázar que es Johnny podría ser el Cortázar de los primeros años parisinos, cuando estaba sumergido en el surrealismo, en una suerte de vida poética, de lucha encarnizada contra la Razón y las costumbres burguesas. Rayuela está escrita bajo ese influjo, creo yo, bajo esa revaloración del sueño y de la paradoja que siempre busca nuevas formas (digamos, formas nacidas de la sangre y no del intelecto) para exponer los viejos problemas. El Cortázar que es Bruno es el que fija de manera consciente todas estas estructuras, el que trata de definir al artista que es Johnny (que es Julio) y se le escapa, el tipo con sentido común, con toda la historia de la filosofía a cuestas, y que aún así no logra asir el misterio que es Johnny, que es él mismo en el fondo.

Sabemos que ese misterio es el misterio de la creación, y hasta ahí. No nos atrevemos a cruzar ese umbral. Quién sabe de donde tanta genialidad, de donde tanto artificio. Es francamente exasperante que el análisis tenga que rendir sus armas ante el problema del poeta, un poeta como Johnny, que se crea y se destruye continuamente como si fuera un samsara. Tal vez tenga razón el autor: lo que hace Johnny, lo que hace el genio, no es salvar la humanidad, no es redimir sus pecados. Lo que hace lo hace y punto, lo hace porque no puede hacer otra cosa, porque es "fiel hasta la muerte", fiel a sí mismo y a su propio destino. De ahí su pureza. De ahí su genialidad.

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